martes, 6 de abril de 2010

Presentación


Q

uizá se ha escrito innumerables libros, ensayos y artículos, de la vocación del Ingeniero, en internet por ejemplo existen (en español) una cantidad de información que apenas nos bastaría un mes o más para leer y releer artículos y refritos de los mismos, sin embargo en el presente artículo me gustaría ahondar en un tema que para un estudiante de ingeniería que está en una institución de educación pública le ofrece; quiero ofrecer una reflexión de en donde estamos parados y a hasta donde podemos llegar, si tenemos voluntad y perseverancia.

A un ingeniero no se le define por el estrato social donde originalmente es, sino el ingeniero se le califica en función del poder de su mente y su fuerza de voluntad para generar y transformar, siempre y cuando se esté contribuyendo al cambio positivo de una generación, ahí es donde se debe de valorar los alcances de un buen ingeniero, a partir de ello es apenas un engrane de una maquinaria para que México se vuelva una potencia a nivel internacional; la pregunta cual puede ser, ¿Qué hace Falta?, ¿Acaso más ingenieros en México?, ¿Falta más apoyo en el campo de la investigación científica?, o ¿acaso México necesita más ingenieros en la administración pública federal?, o falta que simplemente el estudiante de ingeniería se vuelva actor y no sólo espectador?.

Trataré que las próximas líneas sean digeribles para que se pueda entender y trataré de darte una reflexión que llega más allá de sólo cuestionar la cantidad de ingenieros en la Administración pública federal, además de mencionarte quienes y qué hicieron los mejores ingenieros que a mi criterio fueron los más grandes entre los grandes de México.

José Alberto Islas Labastida

Marzo de 2010

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